QUAN ELS ALUMNES VEUEN AMOR DE PARE EN EL MESTRE I DILIGÈNCIA EN EL SEU APROFITAMENT, VÉNEN DE GUST A L'ESCOLA.
JOSEP DE CALASSANÇ, 1633

dimecres, 5 de desembre del 2012

PROLEC-SE


PROLEC-SE es una batería concebida no sólo para evaluar la comprensión lectora sino, sobre todo, los distintos procesos cognitivos que se requieren. Así, se distingue entre problemas de descifrado y problemas de comprensión. Y entre los primeros pueden encontrarse dificultades sólo con las palabras desconocidas (ruta fonológica) o también con las palabras conocidas (ruta léxica). En la compresión pueden surgir dificultades en la capacidad de extraer significados, en la integración de los significados en la memoria o en la habilidad para hacer inferencias. También pueden producirse dificultades en el procesamiento de las estructuras sintácticas.
PROLEC (6 a 9 años)
PROLEC-SE (10 a 16 años)
Respecto del reconocimiento de palabras, explicación más ampliamente sostiene que hay dos procedimientos o rutas que conducen desde el signo gráfico al significado de las palabras, la ruta léxica y la ruta fonológica. Un buen lector tiene que tener plenamente desarrollada ambas rutas si quiere leer todas las palabras, la léxica para leer con mayor rapidez las palabras familiares y para distinguir los homófonos y la fonológica para leer palabras desconocidas o poco familiares.

En las edades de 10 a 16 años es muy importante que los alumnos tengan totalmente automatizado el reconocimiento de palabras, para poder acceder a procesos de comprensión. De hecho, se producen pocos errores en los procesos léxicos. Una de las principales diferencias que se observan entre unos alumnos y otros es la velocidad con la que leen palabras y pseudopalabras. En general, los alumnos tardan más tiempo en leer pseudopalabras que palabras, puesto que un gran número de palabras forman parte de su léxico visual y las leen automáticamente y de forma rápida. No obstante existe un reducido grupo de alumnos que tarda el mismo tiempo en leer palabras que pseudopalabras. Estos alumnos están utilizando la ruta fonológica, son lectores lentos y habitualmente tienen mayores dificultades de comprensión puesto que los recursos cognitivos son limitados y existe una sobrecarga de la memoria operativa sobre procesos de descodificación.

La RUTA LÉXICA requiere que el lector sea capaz de observar y memorizar la secuencia de grafemas que distingue a cada palabra del resto, algo que depende de la experiencia repetida con esas palabras escritas. Normalmente esta ruta no necesita de un aprendizaje sistemático, ya que por el hecho de encontrarse una y otra vez con las mismas palabras, el sujeto termina por formar una representación mental de la misma. Sin embargo, algunos alumnos, especialmente los que tienen una memoria visual pobre, parece que son incapaces de conseguir esas representaciones. Por este motivo, algunas de las tareas a emplear son similares a las empleadas con los métodos globales, ya que, en definitiva, lo que el alumno tiene que hacer es memorizar la forma ortográfica de la palabra. En esta línea el ordenador constituye un instrumento adecuado al permitir presentar las palabras durante un tiempo breve y acompañadas de su dibujo o de su pronunciación. Especialmente estas actividades son necesarias para la enseñanza de las palabras de ortografía arbitraria, de cara a mejorar la ortografía.

Algunas actividades que se recomiendan son las siguientes:

·        Presentar simultáneamente dibujos con las palabras que los designan. Ayuda a memorizar las palabras y las asocien a sus dibujos.

·        Lectura de grupo de palabras que comparten varias letras.

·        Respecto de las palabras homófonas, se debe presentar el par de palabras con sus significados para que el alumno descubra las diferencias y memorice ambas representaciones.

·        Lecturas repetidas.

Este método puede también emplearse usando listas de frases y palabras, que leerá repetidamente, seleccionadas de un texto que va a leer posteriormente.

La recuperación de la RUTA FONOLÓGICA  requiere actividades más variadas y complejas ya que esta vía incluye varios procesos distintos que deben ser trabajados de manera diferente. Son, principalmente, el de segmentación  de la palabra en grafemas y el de conversión de los grafemas en  fonemas. Esto significa que para poder hacer uso de las ruta fonológica el alumno tiene que saber antes que el habla se segmenta en sonidos y que esos sonidos se pueden representar mediante letras. De manera que una de las tareas por las que se debe comenzar para desarrollo de la ruta fonológica es la de segmentar el habla, o lo que se ha venido a denominar el desarrollo de la conciencia fonológica. Para el desarrollo de la conciencia fonológica existen en la actualidad multitud de ejercicios públicos (Carrillo y Carrera, 1993; Jiménez y Ortiz, 1995; Sánchez, Rueda y Orrantía, 1989; Rueda 1995,etc.) En general se recomienda seguir una secuencia gradual desde la palabra hasta el fonema (Hatcher, 1996). Teniendo en cuenta que nuestros alumnos ya tienen experiencia lectora nos daremos cuenta que la mayoría de los que presentan dificultades en conciencia fonológica resuelven con facilidad tareas de segmentación léxica y silábica, siendo las relacionadas con la manipulación de fonemas las que resultan más complejas. Nuestra recomendación es que las tareas de conocimiento fonológico se adapten a las características de alumnos para que estas no sean excesivamente fáciles ni difíciles y además, es muy recomendable utilizar la escritura con letras de plástico, ordenador...como medio para componer palabras a las que añade, quita, cambia o recompone letras.
 
Respecto del aprendizaje de las reglas grafema-fonema, hay que señalar que ésta es una tarea sumamente arbitraria, puesto que no hay nada en las letras que indique cómo deben pronunciarse, y por ello es aquí donde se producen las mayores dificultades. Especialmente en aquellas reglas que comparten rasgos visuales y fonológicos como la p y la b, la m y la n, la g y la j, etc. Para el aprendizaje de estas reglas la estrategia más recomendable es ayudarse de claves que faciliten el establecimiento de algún vínculo entre letras y los sonidos. Una actividad podría consistir en escribir dos palabras que compartan alguna letra mediante letras de plástico. El profesor las lee en voz alta para que el alumno se de cuenta de que dos palabras que tienen  letras comunes también  tienen sonidos comunes. El profesor hace ver el sonido de esas letras y después el alumno copia la palabra en su cuaderno nombrando cada letra a medida que la va escribiendo.

1 comentari:

Míriam Arús Cambra ha dit...

Avui he passat dues proves d'aquest tipos. En dos casos concrets. És molt enriquidor